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En las películas independientes siempre nos fijamos por encima de todo, en su historia y en sus personajes. Aquí tenemos una buena combinación de ambos.
En esta ocasión la historia va un poco más allá del habitual relato de supervivencia o de gente muriendo.
El personaje de Lucía trata de que Juan tenga esperanzas en un mundo apocalíptico, más allá de la supervivencia de uno mismo. ¿De qué sirve sobrevivir si con ello perdemos nuestra humanidad? Es la base de la historia.
Al inicio del largometraje hay ciertas escenas que nos hacen intuir el universo que Juan Antonio Chavero ha creado alrededor del relato, quién sabe, si con más presupuesto o con más entregas, podría algún día explotarlo más. Con los medios de filmación justos, se consigue la inmersión del espectador en un apocalipsis zombie.
Sí, hay infectados, Juan Antonio nos demuestra que no hace falta tener a Greg Nicotero para tener zombies creíbles, buena labor de Victoria Castillo en la caracterización. Hay varias escenas de tensión con los infectados, al estilo de The Last Of Us.
Hay ciertos detalles negativos en la película. por el reducido presupuesto, pero se mitigan con la excelente fotografía y por el elenco, que se comen la pantalla con excelentes primeros planos.
En cuanto al reparto. Gran trabajo de Rafa Blanes (Juan) y de Silvia Navarro (Lucía), sin olvidarnos de la pequeña Carla (Elena) o del villano que interpreta Iván Ojeda (Felipe). Muy necesario este último en un apocalipsis, donde el ser humano busca regímenes autoritarios para sobrevivir.
Ojalá más directores españoles puedan seguir construyendo más obras de artes de este género que tanto nos gusta y que puedan llegar al mayor número de fans posibles. Muchas gracias, Juan Antonio por permitirnos disfrutar y emocionarnos con tu obra.