Gotas

“Eduardo y Jenny son padre e hija. Él es físico teórico muy respetado pero famoso por sus métodos poco ortodoxos, y ella está en plena adolescencia. Por primera vez en mucho tiempo, disfrutan de unas buenas vacaciones. Viajan a Gran Canaria, para pasar una semanas en el exclusivo y caro complejo turístico de Olamarina, un resort de alto standing reservado solo para los que pueden permitírselo. Todo ello es posible gracias a Elena, una vieja amiga de Eduardo.

Lo que empieza como unas vacaciones paradisíacas en una isla de ensueño, terminará convertido en una espantosa pesadilla cuando estalle una extraña infección entre los clientes del resort, que se convertirán en espantosos muertos andantes. Y lo peor de todo es que la vía de contagio parece ser el agua, por lo que cualquier contacto con ella puede ser mortal, y te puede convertir en un zombi sin mente.

Eduardo y Jenny tendrán que buscar la mejor manera para escapar del lugar, que además, es pronto acordonado por varias unidades militares”

Este es la breve sinopsis que aparece en la contraportada del libro y que nos muestra lo que a priori podría parecer otra típica historia de supervivencia zombi… pero nada más lejos de la realidad. En “Gotas” nos encontraremos con mucho más que eso.

Para empezar, tenemos que la vía de infección es el agua, pero no “agua infectada”, no… EL AGUA, en general. Con lo que, si lo pensamos, implica un nivel de dificultad de cara a la supervivencia prácticamente imposible. Y por si esto no fuera suficiente, todo ocurre en un resort que a todos los efectos, y por su construcción, se convierte en una trampa mortal: Muros infinitos de hormigón a un lado; rocas y mar al otro, zombis por todo el recinto y, para rematar, “elementos añadidos” en forma de equipos especiales del ejercito conforme avanza la infección, tanto por tierra como por mar, que imposibilitarán la salida de la zona. Vamos,… que no hay modo de escapar. ¿O sí?…

Esta es la premisa de un libro muy elaborado, que su autor Elio Quiroga ha sabido desgranar muy muy bien en sus 432 paginas.

Esta dividido en 2 partes: Durante toda la primera mitad del libro va dando saltos constantes en el tiempo, primero presentándonos documentación encontrada con el paso de los siglos que aportará información muy relevante de cara a lo que acontecerá en la trama principal, seguido de los primeros “eventos” (como así llama el autor a las primeras infecciones de Olamarina) para ir metiéndonos en la acción. Y por supuesto, y como no podía ser de otro modo, presentándonos a todos los personajes -además de los principales- que en algún momento de la trama tendrán cierta, o mucha, importancia y que se antojan necesarios para entender el por qué del suceso.

Y tras haber consumido la mitad del libro llegamos a la segunda parte, donde se ponen todas las cartas sobre la mesa y confluirán todos esos datos, dándole sentido a todo y provocando un desenlace que no dejará indiferente a nadie.

Por la peculiaridad y complejidad de la trama de este libro, es difícil aportar más información y realizar una reseña mas exhaustiva sin que irremediablemente se pueda escapar algún spoiler, por lo que cualquier explicación sobre lo que ocurre, mas allá de la sinopsis descrita en la contraportada y la pequeña información extra aportada por un servidor en el párrafo anterior, sería cuando menos destripar parte o la totalidad del libro.

Por lo tanto, y como no quiero que eso ocurra, solo puedo añadir que, si lo que buscáis es una historia diferente de zombies (o muertos vivientes, o “muertos de agua” como aquí los llaman), fácil de leer, pero a la vez compleja y bien elaborada, con ciertos toques de locura en algunos momentos, mucha acción, y un desenlace sorprendente, sin duda este es vuestro libro!