Days Gone Bye – El capítulo que creo más de 5 millones de Walkers

Days Gone Bye, el primer episodio de The Walking Dead, fue una sorpresa tanto para los espectadores desprevenidos como para miles de zombielovers que conocían el cómic y aguardaban con mucho entusiasmo el estreno de esta serie.

Su primera emisión tuvo lugar durante la noche de Halloween de 2010, luego de una jornada en la que se realizaron caminatas zombies en diferentes ciudades para promocionar el show.

Nadie podría negar, que lo que vimos a continuación cambió nuestra vida para siempre.

Una declaración de intenciones

En 2010, mi pasión por las series aún no se había convertido en la obsesión con la que cargo ahora.

Mi amor por los zombies tampoco era el mismo.

Todo cambió de manera radical al ver la brutal secuencia de apertura con la que comienza The Walking Dead.

En ella, un sheriff de traje impoluto dispara a la cabeza de una pequeña niña rubia convertida en zombie.

No era nada habitual por aquel entonces, ver a una niña morir frente a la pantalla y mucho menos siendo asesinada por un oficial de policía.

No obstante, con esta escena, The Walking dead realizaba su propia declaración de intenciones frente al espectador:

En esta serie cualquier persona podría morir, incluso una pequeña y adorable niña rubia de diez años.

Y lo que era peor, cualquier persona podría matar, incluso un sheriff rasurado al ras y vestido de traje impoluto en busca de su familia.

Todas las personas que vimos esa primera muerte comprendimos de inmediato que, aunque la serie se emitía en horario central, lejos estaba de intentar agradarle a todo el público.

Por el contrario, serían varios los momentos de angustia y desazón que el show nos tendría preparados para los próximos diez años.

Por otra parte, aquel primer episodio cuenta con icónicas escenas como la de Rick Grimes frente a la confusa inscripción sobre la puerta del hospital o su sorpresa al encontrarse con Hannah, la zombie de la bicicleta que más tarde protagonizaría su propio webisodio.

El silencio que se adueña tanto de esa primera escena como de la última, se repetirá a lo largo de varios momentos de la serie en los que se decide priorizar la falta de sonido en lugar de una melodía sobrecargada para los momentos de mayor tensión.

Sin embargo, la música compuesta por Bear McCreary para The Walking Dead, también se quedará grabada en nuestra memoria durante los próximos diez años.

Un piloto dividido en dos

El final del episodio piloto es el primer cliffhanger de una serie que se caracterizaría por contar con algunos de los finales más impactantes de la década.

La enorme horda que acorrala a Rick Grimes en Atlanta y la voz que lo sorprende por radio en el interior de un tanque abandonado es todo lo que los espectadores necesitábamos para garantizar nuestra fidelidad al show.

La idea original de Frank Darabont consistía en que la primera entrega de The Walking incluyera los acontecimientos del segundo episodio.

No obstante, decidió dividirlo en dos partes para centrarse en los personajes y no tanto en la acción, algo que se convirtió en otra de las características de la serie.

Tanto Morgan como Rick, los protagonistas de Days Gone Bye, se movilizan en función de su familia.

El primero de ellos, permaneciendo en el mismo sitio en el que falleció su esposa con la intención de mantener vivo a su hijo y el segundo, partiendo en busca de Lori y Carl, sin importarle los peligros con los que le toque enfrentarse.

No obstante, además de estos personajes, los zombies deberían representar un verdadero peligro para los protagonistas y una auténtica pesadilla para la audiencia.

Greg Nicotero fue el encargado de crear los efectos, prácticos y visuales, que convirtieron a los zombies de The Walking Dead en una de las pocas razones por las que la audiencia cerraría sus ojos a lo largo de los episodios.

Gale Ann Hurd, mítica productora de cine, fue la responsable de que AMC aceptara mostrar zombies en su pantalla luego del rechazo de cadenas como HBO y NBC.

Los mejores diez años para los zombies

Durante los siguientes diez años, los zombies se adueñaron de la conversación alrededor del mundo.

Cine y televisión, libros y cómics, ficciones sonoras y caricaturas, fueron invadidas por caminantes de todos los estilos.

A partir del éxito de The Walking Dead, las producciones basadas en ellos se multiplicaron y llevaron al género a experimentar un éxito sin precedentes.

Las convenciones temáticas se popularizaron alrededor del mundo y los foros de internet, más tarde convertidos en grupos de Telegram, se llenaron de personas fanáticas de la serie y adoradoras de la cultura zombie en general.

La conversación entre zombielovers ya nunca más se detuvo.

Íconos de la cultura pop

A partir de ese momento, los no-muertos se convirtieron en una forma de expresión popular que representaba los peores miedos de la sociedad actual.

El éxito de la narrativa zombie abrió la puerta a cientos de creadores de contenido cuyas obras se popularizaron gracias a la repercusión de The Walking Dead.

Diez años más tarde, la serie coquetea entre el odio y el amor de los fanáticos que continúan siguiendo cada uno de sus episodios y de aquellas personas que dejaron de ver el show como consecuencia de sus tramas aparentemente repetitivas.

Sin embargo, el impacto que la serie representó para el género zombie, el horror y el mundo del entretenimiento en general continúa vigente hasta el día de hoy.

Es probable que muchos hayamos olvidado la importancia de aquel piloto luego de los más de 170 episodios emitidos hasta el momento por la serie.

No obstante, revisionar Days Gone Bye resulta un ejercicio muy interesante para los fanáticos.

Lejos de la sorpresa y el impacto de aquella primera vez, un nuevo vistazo nos permite apreciar la dramática construcción de la historia que tanto Frank Darabont como Robert Kirkman realizaron para su estreno.

De la misma manera, la dirección y actuación de sus protagonistas resulta muy poco televisiva y más emparentada con una obra pensada para la gran pantalla.

En perspectiva, no existen dudas de que todos los involucrados en The Walking Dead tenían bien claras la manera en la que querían contar esta historia, aunque el éxito de la serie fuera imposible de preveer.

Cinco millones de espectadores fuimos testigos de aquel histórico momento en el que los zombies se adueñaron de la televisión para nunca jamás abandonarla.

Varios millones llegaron después y otros millones continuarán llegando gracias a un grupo de personas que coincidieron en contar una historia de zombies como jamás se había contado en televisión.

Nosotros fuimos parte de ese momento y nunca lo olvidaremos.